domingo, 14 de diciembre de 2014

OASIS DEL DÍA


  Bien entrado el atardecer
  como epitafio de la
  noche
  Ni extenuante ni extenuado
  Es como una sacerdotisa
  que recoge las aves
  para que regresen a
  sus nidos

  Descansa cuando recién
  se hayan dormido
  nuestros pesares

  Oasis del día
  nos permite que lloremos
  o riamos

  Es la nodriza que vacía
  nuestras almas

  Su color le cambia el
  sentido
  a nuestras miradas
  Es piadoso
  nos refugia de nuestras
  reiteradas intenciones

  Sus ojos tibios
  ya casi grises
  nos ofrece su horizonte
  antes que llegue su
  ceguera

  Es una elegía
  que se repite
  día tras día
  Pero no por la
  tristeza

  Sino porque desde sus
  puertas ya
  casi cerradas
  se escucha el arrullo
  de un mar tranquilo
  casi frágil como
  un cristal

  El misterio deja de ser
  tenebroso

  Es injusto como nosotros
  Perfectible como nosotros .-                                  

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