miércoles, 21 de abril de 2010

HADO

Niños incipientes

merodean la lluvia

donde germina la

desazón

Los cristales de mis

ancestros se refugian

del Hechizo cuándo

nace


Puertas que se

abren con un

sigilo incierto

Horas que ya están

cautivas en los

angares del

Hado


Mi corazón es

polvareda de vuelos

. . . no me pertenece . . .

Sus latidos aún

tienen el lenguaje

de la Creación


Soy un antiguo

quebranto con sus alas

intactas


Se agotan los

ciclos con sus

ensueños arrogantes


Sofista de una

Vida que ya es

peregrina sin

aliento . -