El abismo camina
descalzo por las
calles
Resucita todos
los días del ligero
limbo que le bendice
sus harapos
Ahora ya son
manos extendidas . . .
Tatuajes de preguntas
que se llevaron los Mares
Tu destino de sal
Y el horizonte que te
devuelve los espejos
Alas sin viento
y la adormecida hipocrecía
de la Insurgencia
La sed intacta cómo
cómo si fuera un
Bautismo
Pero tus dígitos son
metales preciados en
la Tierra . -
miércoles, 18 de noviembre de 2009
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