miércoles, 23 de febrero de 2011

PAROXISMO


Las anchas montañas

se disuelven

con sus parpados

vencidos

El incienso de

una flor

se evapora

con la vejez

de un segundo


Si la luz de

una vela

asistiera inquieta

a participar de mis

actos

Su copa exhausta

justificaría los

agravios


Si pudiera esculpir

la densidad con

las cenizas de

mis manos


Retratar los

objetos con

la exuberante

memoria que

tiene la noche


Inaugurar las

tertulias de

los sentidos

almidonados


Es probable

que el Paroxismo

participara de la

Última Cena


Pero mucho más

poblada . -



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