Las horas sagradas
en nuestro Oráculo
son sienes vertidas
por mutantes
arterias
Sonrisas de barro
Cuál fué tu
victoria si mi
derrota es un
apéndice de tus
dedos
No quiero tánta luz
cuándo se achique el
camino
Sólo saber si fuí
contemporáneo de
algo . -
martes, 22 de diciembre de 2009
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