Inquieté a la luna en su
oráculo ciego
Ya se cansó de
acariciar los
primates de mi
siembra
Soy un espacio
que dura un instante
sus diurnos habitantes
me devoran en
silencio
Los variados matices
cuando el tiempo
se inclina
entibian los asilos
de las jornadas
que no saben regresar
Mástiles del dolor
y la deshonra
la justifican
Arcas de monedas
violadas
Las estrofas
ya pronuncian
vocablos diferentes
Seres que se
inmolan en público
Para que sea más
procaz alguna
muerte distinta
Ya que ella los
bautizó.-